Miércoles, 15 de marzo de 2023

El Folleto

Querido diario:

Hoy me he enterado de que el folleto ha emprendido su viaje anual desde la imprenta hasta mi buzón. Lo que me avisa, como  cada año desde hace tantos, de que la Semana Santa está al llegar. Te cuento, querido diario, que ya estoy ansioso por repetir la ceremonia, casi el ritual de cada cuaresma: sentarme con el sobre en la mano, retrasar el momento de rasgarlo, hacerlo con cuidado, cerrar los ojos y aspirar el aroma a tinta reciente, hojearlo en un rápido repaso general, detenerme en algún detalle para finalmente entrar a saco y beberlo con los ojos primero y con todos los sentidos puestos en él, después. Buscar  nombres, descontar números, leer artículos, estremecerme ante las partidas, mirar al
Cielo, rezar bajito, llorar callado… Recibir el folleto cada año es para mí como el primer golpe de primavera, el despertar de los sentidos, la luna del parasceve, el reencuentro con mi cofradía y la promesa ya ineludible de que la cita con Ella está ya muy cerca. Todo eso y mucho más es el folleto de la Piedad. La Semana Santa en el buzón.

El folleto es en la Piedad mucho más que un almanaque anual o un boletín anunciador o un programa de actividades. El folleto de la Piedad tiene alma, como casi todo en esta santa casa, y recoge entre sus páginas lo mejor de la historia de la Piedad. Hay arte, literatura, reflexiones, recuerdos, anécdotas, listas interminables, presencias amables y ausencias insoportables. El folleto de la Piedad está vivo desde los años cuarenta y hoy continúa recogiendo y transmitiendo el auténtico espíritu de la Piedad de la forma más pura y verdadera. También apasionante, porque los sucesos que relata conforman todos unidos la gran historia de la cofradía de Nuestra Señora de la Piedad y del Santo Sepulcro, paso a paso, golpe a golpe. Como nos recordaba el propio folleto del año 2022 en su arranque: Es la historia de sus cofrades. Y ahí es donde yo siempre he pensado que está la clave del éxito continuado del folleto. En que ahí dentro, entre esas páginas que nos han ilustrado cada año a lo largo de tantos años por estas fechas, estamos todos: se une el pasado y el presente en una larga cadena que nos llega desde los primeros tiempos y que nos otorga personalidad, carisma y sentido. El folleto ha actuado desde siempre como un auténtico libro de estilo de la Piedad. Y todo eso recogido con amor en un librito que cada primavera nos anuncia que se acerca la hora. Me emociono sólo con pensarlo.

Antes de terminar quiero contarte que el primer folleto se editó en el año 1946. O sea, que esto no empezó ayer. Me pregunto cuántas publicaciones hoy en día pueden acreditar casi noventa años de vida ininterrumpida. Ya te digo yo que muy pocos. Y menos en un momento histórico en el que la cultura de la inmediatez y de lo efímero domina el panorama. El folleto, precisamente, representa lo contrario: la estabilidad, el compromiso, la hermandad, la fe. Puede que no sean conceptos demasiado actuales, no. Sin embargo son nuestra seña de identidad y la razón de ser del folleto. Porque en realidad el folleto es una larguísima carta de amor a la Piedad, que comenzó fruto de la inspiración de don Antonio Blasco de Cacho, segundo Hermano Mayor de nuestra historia, y que se fue alimentando año a año del intelecto privilegiado de aquel grupo de hombres magníficos que comprendieron muy pronto la obligación de dejar un legado escrito a las generaciones venideras de los acontecimientos inauditos que ellos vivieron. Y a partir de ahí cada generación de cofrades han ido volcando en sentidas y emocionadas colaboraciones, lo mejor de sí mismos. Y eso caló en el ideario común piadoso. Tanto éxito tuvo el proyecto, que hoy, muchos años después, yo estoy sentado en mi salón con el ansia en el cuerpo y deseando que llegue el instante tan especial de abrir el buzón para recoger la larga carta de amor que la Piedad le envía a sus cofrades al despuntar cada primavera desde hace setenta y siete años. 

Pd: Hay que guardar el folleto, cada folleto. Tratarlo con mimo, cuidarlo, no romperlo y reservarle un lugar privilegiado en la biblioteca particular, en la mejor estantería. Porque en el interior de cada folleto habita la Historia de nuestra cofradía, la mejor, la de todos y cada uno de sus cofrades. Y eso merece la pena conocerlo y conservarlo para siempre.

Hasta pronto, querido diario.

(Continuará…)

Cofradía de Ntra. Sra. de la Piedad y del Sto. Sepulcro