Sábado,  25 de abril de 2023

La Colecta

Querido diario:

Te cuento que ando por casa de preparativos: revolviendo en los armarios para elegir la mejor camisa, el traje más pinturero, la corbata más molona. Estoy, ya te lo puedes imaginar, preparándome lo mejor posible para acudir mañana a San Cayetano hecho un pincel, aunque dentro de mis posibilidades porque ya tú conoces mi torpe aliño indumentario… Antes de continuar debo advertirte, por si no has reparado en ello, que mañana es Domingo de Pasión y que en la Piedad celebramos una de nuestras tradiciones más arraigadas y queridas: la Fiesta de la Titular. Y a semejante ceremonia el buen cofrade debe acudir vestido con el respeto que por su importancia trascendente requiere la ocasión. Aunque si todo terminase en vestirse bien, puede que el acto de mañana quedase reducido a una cita estrictamente social. Pero en la Piedad esto de mañana va mucho más allá de un encuentro para una misa conmemorativa. En realidad la Fiesta de la Titular es el acto más importante de nuestro calendario, el más necesario, a partir del cual esta cofradía se ha vertebrado ya desde la fundación hasta cobrar su auténtico sentido, la verdadera y más noble razón de su existencia. Y es que mañana domingo, 26 de marzo, durante la celebración de la Fiesta de la Titular los cofrades de la Piedad realizaremos la Colecta.

La Colecta. Dicho así puede resultar algo trivial. ¿De qué se trata pues, simplemente de echar dinero? No, es mucho más. En realidad la participación en esa colecta resulta fundamental para que la Secretaría de Caridad tenga los recursos económicos suficientes que le permitan a la cofradía acompañar y ayudar a muchas personas y familias necesitadas, para de este modo aportar, en la medida de nuestras posibilidades, dignidad a sus vidas. Lo he dicho de tirón, pero tú léelo despacito y piénsalo y meditalo y extrae consecuencias, porque lo que he escrito de manera torpe encierra, sin embargo, la auténtica esencia de la Piedad. La Piedad es Caridad y toda la ayuda que podamos ofrecer comienza su camino en ese gesto sencillo pero grandioso que año tras año los cofrades de la Piedad repetimos cuando en la Fiesta de la Titular dejamos en una bolsa nuestra ayuda. Toda la enorme grandeza de la Piedad, lo que somos, se encierra y se resume en ese gesto. Lo demás, el resto, son temas mundanos, menores, comparados con lo que significa participar en la Colecta.

La siguiente cuestión nos la hemos planteado todos en algún momento: ¿cuánto pongo? Pero no hay respuesta para este enigma. O quizá sí: hasta que te duela. Como en su día nos dijo mirándonos a los ojos nuestro Consiliario don Luis Antonio Gracia. Si lo piensas, porque hoy es un día para pensar en serio, la frase lo dice todo, pero cada cual puede adaptarla a su circunstancia personal. Hasta que me duela. Hasta que pueda. Hasta mi límite. Hasta que me emocione. Hasta el alma. Hasta que me sienta bien. Hasta que crea. Hasta que piense. Hasta que se rompa mi egoísmo. Hasta que vacíe los bolsillos. Hasta que note el beso de la Piedad en el alma… Lo cierto es que nadie nos ha dicho jamás cuánto poner ni qué cantidad echar. Eso es algo privado y estrictamente personal, que un cofrade de la Piedad lo trata con la Virgen, mirándola a los ojos y cerrando un acuerdo secreto e íntimo con Ella. Y esto que te digo, no te lo digo yo, sino el eco de tantas voces que en estos primeros días de primavera nos llegan desde lo más profundo del sentimiento piadoso a través del tiempo y del espacio. Lo que vamos a hacer mañana, ese mismo pequeño gesto, lo han hecho los cofrades de la Piedad por cientos, por miles, durante casi noventa años. Por eso la Piedad es mucho más que una simple cofradía de Semana Santa.

Y nos lo dicen aquellas palabras de nuestro fundador, don Fernando Beltrán Ciércoles, pronunciadas en un día como hoy del año 1961, al cumplirse 25 años de vida de nuestra cofradía: “Los infantes de nuestra cofradía llegan mucho más lejos, sé de algunos que del dinero que sus padres les entregan para cuentos o revistas infantiles, separan alguna cantidad para dejarla luego en la colecta que el día de la Fiesta Titular hacemos para las madres desvalidas. Hablo de niños de 6 a 7 años. Si ellos son capaces de este sacrificio ¿qué no hemos de hacer todos los mayores?

En este año HAGAMOS MÁS, MUCHO MÁS que esos niños. Que sea un año extraordinario para todos. Y sobre todo, en la Colecta. En la colecta haceros más aún como esos niños, romped vuestras huchas, vaciad vuestros bolsillos, rebuscad aquello que guardabais para un caso de apuro, porque apuro es, de verdad, para quien nada tiene, y echarlo TODO en la bandeja las limosnas, hasta que tiemblen nuestras manos por el peso, lo mismo que tiemblan nuestros labios al daros ya las gracias por vuestra gratitud”.

Todo está dicho por nuestro primer Hermano Mayor. Pero por si no es suficiente, acudiremos a las palabras de don Pedro Cía Blasco, nuestro último Hermano Mayor: “No somos la cofradía que más dinero tiene, sino la que más da”. Eso es la Piedad. En eso consiste ser de la Piedad. Nada más, nada menos.

Hasta pronto, querido diario.

(Continuará…)

Cofradía de Ntra. Sra. de la Piedad y del Sto. Sepulcro