Primer Domingo de Adviento

Domingo 3 de diciembre

El secreto que Isaías nos comparte, nos revela la Paternidad del Señor. Invocar a Dios, como Padre
Nuestro, es a la vez ahondar en nuestra identidad de hijos y hermanos.
El misterio de la paternidad es no sólo la clave para comprendernos cómo hijos, sino también para
entrar en una nueva relación con los demás y para introducirnos en el misterio de la Familia de Dios,
en la familia que es la Iglesia, en la familia de todos los hombres. Desde esa visión de ser Hermanos
en Cristo, queremos avanzar en sentirnos comunidad de Hermanos en nuestra COFRADÍA y desde
ahí, avanzar a sentirnos hermanos de todos.
ORACIÓN
Acogiendo la indicación del Concilio al decirnos: “La comunidad cristiana está integrada por hombres
que, reunidos en Cristo, son guiados por el Espíritu Santo en su peregrinar hacia el reino del Padre y
han recibido la buena nueva de la salvación para comunicarla a todos. La Iglesia por ello se siente
íntima y realmente solidaria del género humano y de su historia.” (GS 1).
Te pedimos Señor Jesús, que, en este tiempo de Adviento nos concedas un corazón vigilante, lleno
de esperanza y amor por tu venida. Inflama nuestros corazones con el Espíritu Santo, para que llenos
de valentía, permanezcamos alertas y volcados en amor hacia nuestro prójimo, esperando tu
llegada. Amén

Cofradía de Ntra. Sra. de la Piedad y del Sto. Sepulcro