Domingo 25 Febrero

La Iglesia Piensa, en el Padre y en el Hijo

En este segundo domingo de Cuaresma, nos congregamos como Iglesia que piensa, reflexiona y se adentra en la Palabra de Dios. Hoy, la liturgia nos presenta el relato de la Transfiguración, un momento especial en el cual Jesús revela su divinidad a Pedro, Santiago y Juan en la montaña.

Este episodio nos invita a contemplar la gloria de Cristo y a profundizar en la comprensión de su misión redentora. La Iglesia que piensa busca entender más allá de las apariencias, adentrándose en la verdad que se revela en la experiencia de la Transfiguración.

Al igual que Pedro, Santiago y Juan, también nosotros somos llamados a subir la montaña de la oración y la meditación, para encontrarnos cara a cara con la realidad de la presencia divina en nuestras vidas. En este acto de reflexión, la Iglesia que piensa busca discernir la voluntad de Dios y responder con corazones dispuestos.

Oración

“Ser Presencia” Señor, es hablar de Ti sin nombrarte;

Es vivir expuestos y sin armas, confiando ciegamente en tu Palabra.

Es llevar el “desierto” a los hermanos,

compartir tu Misterio y decirles que los amas.

Es saber escuchar tu lenguaje en silencio.

Y “ver” por ellos cuando la fe pareciera que se apaga.

“Ser presencia”, Señor, es saber esperar tu tiempo sin apresuramientos

y con calma. Es dar serenidad con una paz muy honda.

Es vivir la tensión del desconcierto en una Iglesia que,

porque crece, cambia.

(Del Itinerario de los Grupos VITA)