Crónicas desde Lisboa III

Última entrega de nuestro cofrade enviado especial en las Jornadas Mundiales de la Juventud. Nuestro joven hermano regresa de Lisboa con el zurrón lleno de experiencias inolvidables.

Y por fin llego la Vigilia. El momento más especial de la Jornada Mundial de la Juventud y que pone el broche de oro a esta semana en Lisboa.
A pesar de las casi siete horas que nos costó llegar al lugar de la Vigilia, fue una experiencia que difícilmente olvidaré. Mas de un millón y medio de personas pasando la noche juntos, escuchando a Francisco en la Vigilia y la Eucaristía del día siguiente. Te guste o no, duermas bien o no, este día será probablemente el más recordado por todos de aquí a unos años.

Estas horas durmiendo al raso ponen fin a una semana divertida, intensa, cansada, incómoda, de unión, de fe… Ponen fin a la JMJ 2023, que se despiden hasta el 2025, cuando viaje hasta Seúl para celebrar una nueva edición de estas jornadas. Haciendo recapitulación de toda esta semana, ha sido una semana apasionante y muy divertida. Aunque también tiene sus inconvenientes y dificultades, que hacen un poco más dura esta estancia. Sin embargo, estoy seguro de que cuando pase el tiempo eso se me olvidará. En unos años solo recordare los momentos de oración, de compañerismo y de alegría. Esto es realmente lo que me llevo de la JMJ. El sentimiento de unión que he vivido con otros peregrinos, ya amigos. Esos momentos de oración, las comidas, las duchas o la caminata, entre otros momentos.

En el plano más personal e íntimo me llevo los momentos de estar conmigo mismo. A veces en nuestro día a día, nos cuesta parar, escucharnos y hablar con nosotros mismos, momentos muy necesarios para reconectar con nuestro yo interior. Agradezco a la JMJ este tiempo que me ha dado para reflexionar, en silencio.
No se si volveré a vivir una experiencia así alguna vez más en mi vida, pero tengo claro que esta aventura me la quedo en mi corazón para siempre. Y nunca podré olvidar todo lo que he vivido y con quien lo he vivido. Como insistió el Papa en la eucaristía de cierre: “Demos las gracias”. MUITO OBRIGADO.

Cofradía de Ntra. Sra. de la Piedad y del Sto. Sepulcro